agosto 19, 2013

Lolita: 65 años

Portada de Jamie Keenan para
"Lolita, the Story of a Cover Girl"

Un día 18 de agosto de 1958, el escritor ruso Vladimir Nabokov publicó en los Estados Unidos, bajo el sello G.P. Putman's Sons, su novela más célebre y popular, "Lolita". Si bien los expertos en este autor consideran a "Pálido Fuego", de 1962, como la más importante y depurada de sus obras novelísticas, no podemos dejar de lado la importancia que ha tenido la historia de Humbert Humbert, evocación de su hijastra Dolores Haze, para la historia de la literatura del siglo XX.

Pese a haberla terminado a finales de 1953, el manuscrito fue rechazado por un número importante de editoriales norteamericanas, razón por la cual tuvo que publicarla en Francia, bajo la editorial Olympia, en 1955. Varios escándalos se derivaron de aquellas incipientes impresiones en el país galo y en Inglaterra, pero eso no enturbió el ambiente para que esta novela vendiera cien mil copias en tres semanas en la Unión Americana.

Vladimir Nabokov
Además de ser una de las grandes novelas escritas en inglés durante el siglo pasado, "Lolita" ha sido el foco de muchas controversias que transitan alrededor de la vida personal del autor. Nunca ha quedado claro que esta historia sea una especie de autobiografía de Nabokov o una irónica y compleja elaboración de su ingenio. "Lolita" no es sólo literatura erótica en sus matices más sutiles y provocadores, es también una crítica hacia la sociedad americana de posguerra, caracterizada por su cultura pop plástica, la sórdida banalidad de la American Way of Life y la hipocresía ambivalente de sus valores morales.

Años después, Stanley Kubrick realizaría la célebre versión cinematográfica de 1962, estelarizada por James Mason como Humbert, Peter Sellers como Clare Quilty, Shelly Winters como Charlotte Haze y Sue Lyon en el rol de Dolly Haze; la versión de Kubrick fue el inicio del furor de guionistas de teatro, compositores y artistas de disciplinas diversas para apropiarse de este personaje tan enigmático. Para celebrar los 65 años de la salida al mercado de "Lolita" en América, les dejó un fragmento de esta obra:

Lolita había entrado en mi mundo, en la sombría y misteriosa Humberlandia, con violenta curiosidad, y lo había inspeccionado con una mueca de divertido disgusto, pero para aquel entonces me parecía que estaba dispuesta a marcharse de él con un sentimiento muy similar a la franca repulsión. Nunca vibraba bajo mis caricias, y un estridente "¡Qué haces!" era cuanto obtenían mis esfuerzos. Al país maravilloso que le ofrecía, prefería la película más estúpida, el relato más empalagoso. No hay nada más atrozmente cruel que un niño que se sabe adorado. ¡Y pensar que si tenía que elegir entre una hamburguesa y la volcánica manifestación de mi pasión, invariablemente, con gélida precisión, prefería aquélla! ¿Recuerdan la granja en la que me desayuné hace unos instantes? No les he dicho su nombre, ¿verdad? ¡Pues era, ni más ni menos, La Reina Frígida! Sonriendo con cierta tristeza, apodé a Lo mi Princesa Frígida. No comprendió esa melancólica broma.
No frunzas el ceño, lector; no quiero dar la impresión de que no conseguí ser feliz. El lector debe comprender que, dueño y señor de una nínfula, el encantado viajero está, por así decirlo, más allá de la felicidad. Pues no hay en la tierra dicha comparable a la de magrear a una nínfula. Es una dicha hors concours, pertenece a una categoría distinta, a otro plano de sensibilidad. A pesar de nuestros rifirrafes, a pesar de su malhumor, a pesar de todos sus aspavientos y sus muecas, y a pesar de la vulgaridad, el peligro y la tremenda inanidad de todo aquello continuaba sintiéndome a gusto en el paraíso que había elegido; un paraíso cuyos cielos tenían el color de las llamas infernales, pero, con todo, un paraíso.

Nabokov, Vladimir. Lolita. Barcelona, Colección Compactos, Ed. Anagrama, 2011. pp. 204-205. ISBN 978-84-339-6827-2

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