abril 27, 2012

Top 10 Albums en Vivo #1 (2/2): Jeff Buckley - Live at Sin-é [Legacy Edition]

Haz click aquí para leer la Primera Parte


Texto: H. G. Boyce
Octubre de 2003
(Trad. F. Moreno)

San Francisco, CA., Septiembre 29 de 2003 
Querido Gabe: 
Es bueno saber que has vuelto. Sé que no te he escrito desde Febrero, y que mi obsesión por mandarte cartas de mi puño y letra no tiene remedio. Podría mandarte un email, pero soy una romántica, tú me conoces. 
Cuéntame cómo te fue en Irak. Gracias al Internet pude leer tus reportajes en el Times. Casi rompí en llanto cuando describías el temor con el que tú y los colegas vivieron. Después de cada reporte de bomba que leía, yo pensaba en ti y agradecía que no estuvieras ahí. Ahora que las fuerzas armadas tienen el control de Bagdad, siento incertidumbre por lo que vaya a ocurrir. [1]
Hace unos días, estaba en una tienda de discos con Howie cuando vi una edición de las grabaciones que Jeff hizo en Sin-é. Creo que deberías buscarla, te hará recordar aquellos tiempos tan locos. Hace poco, me puse a pensar en Annie, ¿sabes qué es de su vida?. 
Te mando un beso enorme. 
Siempre tuya... 
Hannah 
P.D.: ¿Has ido al nuevo Sin-é en Stanton Street? [2] Leí que es más grande, que hay un escenario y que muchas bandas nuevas se están dando a conocer ahí. ¡Cómo han cambiado los tiempos!

En mis labios, el "siempre tuya" de la carta de Hannah estuvo insistente por el resto de la mañana. Efectivamente, no había recibido carta suya desde Febrero, antes de irme como corresponsal a Bagdad a cubrir los detalles de la Guerra de Irak. Habían sido casi 6 meses de vivir en hoteles abandonados, al pendiente de las balaceras y las bombas, esperando sobrevivir al siguiente día para poder enviar mi bitácora diaria al Times. Había vuelto apenas unos días antes, después de constantes problemas con vuelos retrasados y un espantoso jet lag que seguía causando estragos en mi cabeza; despertar a medianoche sobresaltado por cualquier ruido y estar cayéndome de sueño a mitad de la tarde no era nada agradable.

Tras terminar nuestros estudios en Baruch College, Hannah y yo estuvimos trabajando juntos como internos en el New Yorker [3] mientras compartíamos el mismo departamento en el Cuadrante Este. Con el tiempo, nuestra rutina, la carga de trabajo y el precio cada vez más alto del alquiler provocó tensiones y peleas; cada vez eran menos nuestras conversaciones, casi no nos veíamos y comenzamos a conocer otras personas. Habíamos terminado antes de la Navidad del 96, conscientes de que no podíamos seguir juntos sin hacernos daño; ella se mudó a Hell's Kitchen [4] con unas amigas a inicios del siguiente año y sólo nos veíamos de repente en la oficina. Por mi parte, pude quedarme en East Village gracias a que conseguí un nuevo roommate, un colega periodista llamado Tom, por quien entraría a trabajar al Times años después.

Recuerdo aquella noche del 30 de mayo de 1997 como si hubiera sido ayer; estaba leyendo Desperation de Stephen King cuando Annie me llamó para decirme que Jeff había desaparecido, que se había esfumado en un río de Memphis mientras nadaba acompañado por un sujeto, y que la policía no lo encontraba. Cuando llegó la noticia de que habían encontrado su cuerpo, cinco días después, yo la llamé desde la oficina; estaba destrozada, Jeff se había convertido en su amigo íntimo, incluso había conocido a su madre, a su novia Joan [5] y a los miembros de su banda. Me dijo que lo había visto por última vez unas semanas antes en Arlene's Grocery antes de que se fuera para Tennessee [6]. Hablé con ella por última vez hace dos años, poco antes del 9/11; de ella sólo he sabido que trabaja en las oficinas de un banco en Manhattan.

Fue después de los atentados del 9/11 que Hannah decidió mudarse a San Francisco para trabajar en una nueva revista, la 7x7 [7], donde actualmente está a cargo de las opiniones de música y vida nocturna. Con el tal Howie lleva saliendo casi un año; dice que es abogado, que le da un cierto aire a Ethan Hawke y que me caería bien. No voy a negarlo, pese a que he tenido algunas relaciones a lo largo de estos 6 años, no he logrado superarla; cada vez que escucho el Grace de Jeff Buckley, me traslado inevitablemente a esos recuerdos, cuando lo escuchamos por primera vez en el departamento, en la cama, abrazados estrechamente, nada me importaba más que ella en ese momento, con la voz de Jeff resonando en cada centímetro de nuestra piel. No sabría qué pensar si llego a conocer al mequetrefe ése [that moron], no creo que la quiera tanto como yo la sigo queriendo.

Esa misma tarde, fui a una tienda de discos para buscar aquel disco que Hannah me había comentado en su carta. Me llevé una gran sorpresa cuando descubrí que se trataba de aquellas grabaciones que se realizaron el día que lo conocí, una tarde lluviosa de Julio del 93, de la cual escribí una crónica en medio de un ataque de insomnio pocos días después. Sin embargo, había otro disco con otras grabaciones, en las cuales también había estado presente, pero que no recordaba hasta el día de hoy. Estos son los recuerdos de aquella tarde de Agosto, cuando Jeff volvió a estar bajo los micrófonos de Columbia Records, bajo las miradas ambiciosas de los ejecutivos que lo habían firmado algunos meses atrás.

*****


Algo que me había dado cuenta sobre Jeff tras haberlo escuchado tocar en el Sin-é un par de ocasiones era su amplia cultura músical, que iba desde los clásico del jazz y el rock hasta cosas que normalmente no se venden en grandes cantidades en las tiendas de discos. Esa noche, tocó algunas canciones que jamás había escuchado en mi vida, o que nunca había considerado con atención. Por alguna razón, Jeff cambió su horario habitual de lunes a martes, nunca supimos si fue por decisión de la disquera o por un asunto de su agenda, pero Merri nos avisó que habría algo especial en Sin-é con Jeff esa noche; aquella vez, fui solo porque Hannah estaba esperando una llamada de su padre en casa, y llegué un poco tarde, cuando Jeff ya había tocado algo de su setlist habitual.

Cuando entré al café, había gente aplaudiendo, y discretamente me moví hacia la barra, donde Sonny me sirvió mi expresso habitual. Jeff platicaba animadamente con unas personas que estaban sentadas frente a él mientras tocaba su Telecaster. ¿Nusrat Fateh Ali Khan? [9], ¿me viste en el parque, verdad? Es por eso que no pronuncias bien su nombre. No no no no no, es porque tengo una amiga que lo pronuncia "Nasrat". Es "Nusrat", y es mi Elvis, es mi hombre, lo escucho todos los días. Va a tocar en el World Music Institute, 14 de noviembre, pero la verdad no quiero decirle a todo el mundo porque luego van a decir "Sí, el Nusrat ése, está genial". Una mujer le preguntó ¿Sabes cómo le decían de niño? a lo que Jeff le respondió Sí, lo sé. Lo sé todo de él, ¿recuerdan la película "Diva"? la de aquel cuate que iba en motocicleta y sabía todo sobre... [8] Así me siento con Nusrat Fateh Ali Khan, sé cómo lo llamaban de niño. Contado por Jeff, ese tal Nusrat sonaba como el mejor cantante del mundo. ¿Recuerdan alguna canción que haya hecho? Tal vez la pueda tocar. Nuevamente, Jeff me atrapó con su gestualidad y su sentido de la intimidad mientras hablaba con esos intelectuales musicales que lo veían de cerca.

Tocaré un pedazo de la primera canción que escuché de Nusrat Fateh Ali Khan. Los acordes de la guitarra de Jeff describieron unas melodías desconocidas, pero que tenían un toque oriental mágico; la voz de Jeff cantaba en un idioma extraño, pero que transmitía una habilidad asombrosa para transmitir emoción. Poco después, solicitó a los presentes que lo acompañaran con sus palmas, lo cual hizo de ese momento algo más impresionante de lo que ya era. Hasta el día de hoy descubrí cómo se llamaba esa canción: "Yeh Jo Halka Halka Saroor Hai" [10]. Después de hacer un poco de beatboxing, de tocar el riff de "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana y de fanfarronear cantando con un vibrato como el de Nusrat, Jeff le dijo al público con falsa modestia: Soy una persona ridícula, y tienen suerte de que no pagan dinero para verme.

De inmediato, comenzó a tocar los acordes de alguna canción, sólo para arrepentirse antes de comenzar a cantarla. Esto estaría mejor si no estuviéramos grabando, así que mejor cantaré en este tono. ¿todo mundo está bien?. De inmediato, cambió la progresión de acordes y comenzó a tocar una versión pausada de "If You See Her, Say Hello" de Bob Dylan; siempre me gustó la manera con la cual Jeff recitaba las canciones de Dylan, como si buscara evocar cada párrafo a detalle. Ahora que estoy escuchando esta canción nuevamente, recuerdo el día que Hannah se salió del departamento de East Village, todas las cajas de libros, discos y ropa frente a la puerta; esa noche no pude dormir, esa noche fue más larga que un eternamente [that night was even longer than forever].

No me parezco a Matt Dillon, ¿o sí?. Las risas de las chicas eran lo último que quería escuchar. Es la clase de mierda que he estado escuchando desde que me corté el pelo. Algo dijo entonces que parecía extraído de alguna película de aquel ídolo adolescente, una imitación entre James Dean y Elvis. Si te ves genérico, te ves como pocas personas, ¿OK?. Jeff tocó un riff emblemático de improvisto. No supe quién tocaba esto hasta que tenía 21 años... The Hollies. Esta canción siempre es sinónimo de rock clásico, como si estuvieras escuchando una estación de radio y dices "Ésta es una estación de rock", y lo primero que escuchas es... And she's buying a stairway to heaven... 91.1. rock clásico todo el tiempo. El riff que estaba tocando era el de la credenciana canción "Long Cool Woman in a Black Dress", la cual mezcló por capricho con las primeras líneas de "Livin' Lovin' Maid (She's Just A Woman)" de Led Zeppelin, lo cual volvió a desatar las risas de los presente. Entonces comenzó a cantar otra canción que conocía por Dylan, una vieja composición de folk conocida como "Dink's Song", una canción compleja por su letra, pero que Jeff supo sacar a flote con su sencillo arreglo de guitarra.

Seguían llegando personas a Sin-é. Aquí hay asientos libres, con una canción para encontrar sillas. Jeff comenzó a tocar una canción que parecía de feria, con todo y melodía melosa. OK, deténganse... ¡Sigan! Las risas se dispersaron, y los nuevos comensales se sentaron. Ahora tocaré la canción de las sillas de CBGB. La guitarra de Jeff fue golpeada por unos acordes ruidosos, mientras él cantaba alguna cosa sin sentido; este hombre era un showman que lograba improvisar cosas memorables sin caer en lo vulgar y banal. Para pasar de lo emotivamente hilarante a lo tremendamente melancólico en unos cuantos acordes, Jeff tocó su breve versión de "Drown in My Own Tears", canción que hiciera famosa Ray Charles.

Después de alguna queja que relación al agua que estaba bebiendo, Jeff comenzó una improvisación vocal que iba in crescendo con el sonido de su guitarra, la cual fue volviéndose la protagonista de la canción gracias al virtuosismo de su intérprete. La canción era "The Way the Lovers Do" de Van Morrison, una canción que en el disco Astral Weeks es acompañada por un suntuoso arreglo de metales y percusiones, los cuales no le hacían falta a Buckley; tan rico era el sonido de su guitarra que lo demás terminaba sobrando. Su habilidad para crear armonías con su voz era asombrosa, su capacidad de improvisación era lo mejor que tenía en su arsenal, y su voz siempre era impecable y sorpresiva. La ovación fue ensordecedora, había sido su mejor momento en la noche.

Sin-é, ¿quieren que vaya detrás del escenario?. Después de escuchar risas cómplices, Jeff hizo una especie de caminata de payaso en dirección hacia la pared. Lo hice como si quisiera cruzar la pared, ¿no?. ¡Jeff Buckley atraviesa paredes!. Comenzó entonces a puntear su Telecaster con los dedos; el sonido de esa canción me recordaba de inicio a la melancolía de la música de los carruseles a lo que iba de niño en Oklahoma; la canción que estaba tocando era un viejo éxito de Édith Piaf llamado "Je N'en Connais Pas La Fin", y con ella había llenado de un humor melancólico el lugar. Continuó el concierto con otra canción de Dylan, "I Shall Be Released", aquella que compuso para The Band. Ese Jeff Buckley que cantaba al amor perdido y a la más agridulce melancolía es el que recuerdo con más emoción, el que lograba exprimir todo el sentimiento de una canción hasta llegar al más puro estado de gracia.

Aquel sujeto de camisa blanca y jeans negros había entrado en un estado de trance; todos los que estábamos presentes lo sabíamos y guardábamos silencio como ratones encantados de Hamelin, como neófitos de un culto cuya revelación estaba ocurriendo justo frente a nosotros. Jeff Buckley volvía a las canciones inmortales del Astral Weeks de Van Morrison; en esta ocasión era "Sweet Thing". Por un momento, parecía que el sonido amplificado de la guitarra rubia de Jeff había desaparecido por completo, dejándolo casi solo en oración con su falsete tocando las puertas celestiales. Cuando terminó esta canción, el silencio era tal que ningún tintineo de vaso se escuchaba; estoy seguro que también escuché el recorrido del humo de los cigarros por el aire. El aplauso rompió el hechizo; eran casi las 10 de la noche.

Adios Bill, buenas noches... ¡Oh!. El tal Bill se había levantado para despedirse de mano con Jeff, pero en un efusivo abrazo, su amigo le había tocado el trasero, lo cual volvió a desatar las risas de los presentes. Tour Nalgas de Acero, Jeff Buckley, '94. Al parecer, se trataba de una broma pesada, pero Jeff supo salirse por la tangente con esa ocurrencia. Jeff había regresado a la guitarra, consciente de que su tiempo se le acababa y que había trastes esperándolo en la cocina; lo que pasó a continuación fue un éxtasis inexplicable más a un rosario de grandes momentos. Escuché que había un acorde secreto que David tocó y complació al Señor, pero a ti no te importa la música, ¿o sí? [I heard there was a secret chord that David played and it pleased the Lord, but you don't care for music, do you?]. Jamás en mi vida había escuchado un cover tan lleno de sentimiento como ése; parecía que Jeff Buckley había explorado cada rincón del "Hallelujah" de Leonard Cohen como el cuerpo de una mujer bíblica, cuyos secretos quedaron expuestos con unas cuantas caricias sobre una mesa llena en riquezas y sabores. Todo sentimiento había sido arrancado nuevamente, todo silencio se hizo más largo y la ovación final fue la más ruidosa de la noche.

Eso es todo. ¡Buenas noches! Los amo tanto. Hermoso, los amo... Es todo, comamos pastel y durmamos. Como era su costumbre, Jeff Buckley había vuelto a enamorar al Sin-é con sus hermosas interpretaciones de algunos clásicos memorables. Lo fui a saludar, como en la ocasión pasada, mientras atendía a un grupo de chicas que buscaban tomarse fotos con él.

¿Qué pasó Gabe?, ¿te cuento algo? Pienso incluir "Hallelujah" en mi disco, ¿qué te parece?. Yo le dije que sería fantástico, el resto es historia.

*****


New York, NY., Octubre 16 de 2003 
Querida Hannah: 
En cuando me llegó tu carta, compré el disco de Jeff que me dijiste, y me vinieron muchos recuerdos de aquellos años. ¿Recuerdas aquella noche de Julio, cuando nos besamos durante casi media hora a la entrada del departamento?. Habíamos estado en Sin-é, me habías presentado a Jeff; recuerdo esa noche como si fuera ayer, nunca me había sentido tan pleno. 
El álbum tiene una grabación que tú no escuchaste porque te habías quedado en casa hablando con tu papá. Aquella noche había sido fabulosa, pero no tenía tan frescos los recuerdos hasta que escuché el disco; esa interpretación de "Hallelujah" volvió a dejarme sin aliento. Recuerdo que cuando hablé con Jeff, me dijo que iba a incluir una versión en su disco. ¿Quién diría que, después de su muerte, ese cover se iba a volver tan legendario?. 
De Annie no he sabido nada desde el 9/11; sólo aquello que te había platicado en otra carta. No he ido al nuevo Sin-é, no sé si me va a gustar lo que vaya a ver; ni siquiera sé si Shane me reconocería, pero te aseguro que iré, por los viejos tiempos. 
Espero que te encuentres bien. Si llego a ir a San Francisco, te avisaré por mail. Me costó trabajo superar el jet lag, pero en lo demás sigo muy bien.
Siempre tuyo... 
Gabe 
P.D.: Aunque suene extraño y enfermo, sigo extrañando tus pasos por el apartamento.


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1.- El 20 de marzo de 2003, comenzó la invasión de Irak por parte de las fuerzas norteamericanas y sus aliados, cuyas ofensivas duraron hasta finales de mayo. Sin embargo, la violencia de diversos grupos de resistencia no logró ser apaciguada, por lo que la ocupación continuó. Fue a principios de septiembre que logró establecerse un nuevo gobierno en Irak, con el respaldo militar de Estados Unidos y sus aliados. Fue hasta diciembre de 2011 que Barack Obama dio por terminada esta ocupación. (N. del T.)
2.- Después de moverse de su ubicación original en St. Mark's Place, Sin-é tuvo dos encarnaciones más: La primera comenzó en 2000 y duró unos cuantos meses en North 8th. Street y Bedford Avenue, en Brooklyn. La segunda, a la cual se refiere Hannah, estuvo en 150 Attorney Street en Lower East Side, y duró ahí desde 2003 hasta 2007. Al día de hoy, no ha habido una nueva encarnación de Sin-é en Nueva York. (N. del T.)
3.- El New Yorker es la revista de variedades más emblemática de la ciudad de Nueva York, se publica desde 1925 y contiene artículos sobre el estilo de vida de la Gran Manzana. Es de tiraje semanal y contiene reportajes, crítica, ficción, poesía y otros temas de interés. El equivalente de la Ciudad de México es la revista Chilango, la cual está basada en el formato y las temáticas del New Yorker. (N. del T.)
4.- Hell's Kitchen, también llamado Clinton, es uno de los vecindarios más conocidos de Manhattan. Fue uno de los centros más prominentes asociados a la Mafia durante las primeras décadas del siglo XX. En esta parte de Nueva York residieron diversos artistas, como Madonna, Robert De Niro, Mario Puzo, Mickey Rourke y Alicia Keys. (N. del T.)
5.- Joan Wasser (Biddeford, 1970), violinista, cantante y compositora que en los 90's formó parte de los Dambuilders, banda de culto bostoniana que tuvo un éxito mediano en el mainstream durante la década. Cuando falleció Jeff Buckley, ella era su novia, por lo cual es considerada por algunos grupos de fans como su viuda putativa. Como intérprete, ha compartido estudio o escenario con Elton John, Lou Reed, Sheryl Crow y muchos más; actualmente, Wasser actúa con el nombre de Joan as Policewoman, y sus álbums tan tenido buena aceptación en el mercado británico. (N. del T.)
6.- El concierto de Arlene's Grocery del 9 de febrero de 1997 fue el último de Jeff Buckley en Nueva York antes de su viaje sin retorno a Nashville. En su setlist tocó algunas de las canciones que grabaría para su disco inconcluso, My Sweetheart the Drunk, las cuales fueron recopiladas en un álbum de edición especial un año después de la muerte del cantautor. Existen grabaciones de aquel concierto, las cuales han sido distribuidas por Internet. (N. del T.)
7.- La revista 7x7 es una revista mensual fundada en 2001 que cubre aspectos de vida citadina de las ciudades de San Francisco, Seattle y Portland; su enfoque está en moda, comida, estilo de vida, música y artículos de opinión. (N. del T.)
8.- Diva (1981) es una película francesa dirigida por Jean-Jacques Beineix basada en el libro del mismo nombre del escritor suizo Daniel Odier. Es la historia de un cartero aficionado a la música clásica que está enamorado de la voz de una diva de ópera que nunca ha sido audiograbada. Un día, este hombre va a uno de los conciertos de la cantante, la graba clandestinamente y le roba un vestido; en ese mismo día, ocurre el asesinato de una prostituta, quien deja la grabación de un testimonio que involucra a un importante policía en la motocicleta del cartero, comenzando una trama que involucra su persecución por diversos grupos criminales. (N. del T.)
9.- Nusrat Fateh Ali Khan (1948 - 1997) fue un cantante pakistaní de qawalli, género devocional de los musulmanes de la rama sufí. Era llamado "El Rey de Reyes" de la música sufí, la cual introdujo al público occidental. Su rango vocal abarcaba casi seis octavas, además de que su técnica le permitía cantar por largos periodos de tiempo. Jeff Buckley conoció a Nusrat Fateh Ali Khan en París, durante el tour promocional del álbum Grace. En la cultura pop, es conocido por haber colaborado con Peter Gabriel y con Eddie Vedder, además de que Robert Plant lo ha llamado una de sus principales influencias post-Zeppelin. (N. del T.)
10.- La canción "Yeh Jo Halka Halka Saroor Hai" habla sobre los placeres prohibidos de la embriaguez, los cuales también se encarnan en los ojos de una mujer. En un primer momento, Nusrat se arrepiente de haber bebido vino sin permiso divino, pero después hablará de los ojos de la mujer que lo intoxicaron de amor, como el vino que bebió. (N. del T.)

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