La semana pasada, el blog futbolero FutbolSapiens, dirigido por Barak Fever, lanzó su XLI Convocatoria "Rincón Sapiens", en la cual se publica el mejor escrito que haya realizado alguno de sus lectores. Me di cuenta de inmediato que tenía que hacer el intento.
He estado siguiendo este sitio durante lo que va del año, sobre todo para darme una alternativa a los medios tradicionales (resúmenes deportivos en la televisión, programas de radio para la sobremesa, diarios impresos y páginas de grandes corporativos) y me he encontrado con una gran web sobre futbol mexicano e internacional, divertido de leer, divertido de navegar y con detalles muy curiosos para entender el Bello Deporte. Si ya se hartaron de la fanfarronería de Luis García y de Roberto Gómez Junco, si ya no pueden con la tibiesa de Mario Carrillo, y si de plano Alejandro Gómez y Víctor Edú ya los hacen llorar, denle una oportunidad a FutbolSapiens.
El tema que elegí fue con motivo de la clasificación a Cuartos de Final de la Europa League del Athletic Club de Bilbao, dirigido por el argentino Marcelo Bielsa, uno de los personajes más interesantes que protagonizan el juego desde hace varios años. Después de que el equipo vasco eliminara al todo poderoso Manchester United, todos los ojos apuntan al entrenador rosarino, a quien los expertos ya lo ubican en un equipo más poderoso para la siguiente temporada.
No gané esta vez, pero no quería que mi esfuerzo quedara oculto, así que les comparto mi texto. Al parecer, lo que la editorial de FutbolSapiens está buscando son historias épicas, no tanto ensayos reflexivos; de todas maneras, creo que mi esfuerzo es bastante bueno.
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BIELSISMO PARA LOCOS REMISOS
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| Locura en estado puro, genio en estado de gracia. |
Marcelo Bielsa
tiene hoy al universo futbolístico al pendiente de sus pasos: Josep Guardiola,
en el papel de su hijo putativo, no duda al decir que es “el mejor entrenador
del planeta”, un resignado Alex Ferguson elogió su futbol como “maravilloso” tras
la caída del Manchester United en la Europa League; incluso Maradona, quien
nunca ha tenido por costumbre dar encomios, ha reconocido su valía y su virtud.
Y es que el
“Loco” ha encontrado una nueva reencarnación para su filosofía futbolística a
las orillas de la ría del Nervión, a donde llegó el pasado Julio para tomar las
riendas de uno de los equipos más tradicionales de Europa: el Athletic Club de
Bilbao. Después de una dulce pero trompicada experiencia en Chile, Bielsa
regresaba al día a día de la
competencia de clubes; lejos estaban los campeonatos con el Newell’s de sus
amores, su incomprendido periodo en México, el amargo final con la Albiceleste
y sus años de ascetismo. En el norte de España, había un pueblo y un club esperándolo, ansioso de volver a soñar.
Es bien sabido
que hablar del León bilbaíno es hablar de historia y tradición, que sólo acepta
jugadores de origen vasco y da prioridad a su cantera para nutrir al equipo;
que San Mamés es una catedral infranqueable, donde se deja sentir una afición
única y orgullosa, imponente como la Basílica de Begoña, y pétrea como la
lengua euskera. Pero algo hacía falta, que el imaginario vasco se insertara en
las altas esferas futbolísticas del Viejo Continente; con esto se encontró
Marcelo, y su dedicación comienza a dar frutos contra pronóstico.
El Bielsismo propone un estilo diferente al
de los demás, cuya raíces se encuentran cimentadas en el lúcido pensamiento de
un “Loco Genial”, cuyo espíritu indomable, sinceridad e inteligencia ha caído
de buena manera en la idiosincrasia de sus jugadores; todos se matan en la
cancha, ya sean estrellas como Fernando Llorente, Iker Muniain y Javi Martínez, u obreros como Óscar De
Marcos, Markel Susaeta y Ander Iturraspe. En este Athletic el jugador mediocre puede ser regular, y
el que es bueno se convierte en un crack;
Marcelo fomenta la entrega, el corazón vasco de su plantilla pone lo demás.
La filosofía de
Bielsa invoca un juego ordenado y pasional a la vez, donde es mucho más
importante la estética que la estadística; cuyo espíritu fluye con vitalidad en
búsqueda de controlar el caos y convertirlo en futbol ofensivo y agradable,
provocando respeto y admiración a su paso. No hay dogmas, sólo emoción y
vitalidad; vulnerable a los tropiezos pero triunfante en potencia, las
enseñanzas de su visión del futbol aplican a la vida misma: caer, levantarse y
retomar el rumbo del destino, que el talento está presente y nunca se deja de
aprender. Todos estamos llamados a tomar su ejemplo.
Escribió Samuel
Beckett alguna vez: “Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa
mejor”, y la frase puede resumir la vida, la trayectoria y los ideales de
Marcelo Bielsa. Poco importa ya si este Athletic vence al Barcelona por la Copa
del Rey, o si logra levantar la Europa League en Bucarest, pero si logra ganar
algo, como diría Héctor Veira, “sería una cosa de locos”.
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