diciembre 31, 2010

¡¡¡Feliz Año Nuevo 2011!!!


Cuando puedan ver este mensaje, yo estaré en algún lugar soleado disfrutando de algunas cervezas mirando hacia alguna playa, o probablemente esté dormido en la habitación del hotel... como si no me conociera.

Pues un año más ha pasado lleno de aprendizajes para la vida, un viaje magnífico, dos semestres muy intensos y muchos momentos divertidos con familia y amigos. El próximo año se nota prometedor, pues se viene el último semestre de mi Licenciatura, y con ella la incertidumbre sobre mi futuro.

Es costumbre en nuestros países recibir el nuevo año con gran pompa, entre la cena, la familia y la reflexión sobre lo que se hizo y lo que no en el año que termina. No soy del tipo que piensa sobre sus propósitos hasta el momento en que las uvas cercanas a mi boca, pero puedo darles un adelanto sobre qué me puede surgir en ese momento:

  1. Mi eterno propósito, siempre cumplido a medias, de disciplinarme en lo que hago: Dejar de desvelarme demasiado, hacer las cosas que tengo que hacer en horas de trabajo, no ser tan noctámbulo como acostumbro.
  2. Poner en orden mi forma de trabajar: Planear mis horarios, mis horas de siesta y de esparcimiento, leer en intervalos regulares, redactar mis textos con mayor rigor.
  3. Cuidar de las personas que me importan: Mis padres, mi hermana, mis primos, mis mejores amigos. Hacerme el propósito de estar siempre para ellos, sin importar qué, cuándo y dónde. 
  4. Darle un (sin)sentido a mi vida sentimental: Disfruto mi soltería, pero me aburre a veces. Necesito de alguien que me dé ideas para estar despierto, que me dé razones para ser más tolerante e inquieto.
  5. Poner mi esfuerzo en el Servicio Social: Buscar abrirme puertas, aprender muchas cosas, conocer cosas apasionantes. Cualquier cosa puede pasar en los lugares menos imaginados. Es tiempo de darle sentido a mi vida.
  6. Vivir la vida como venga: Por más planes que se hagan, se pueden ver frustrados por las manos de la fortuna y el destino. No queda más que desear mucha salud y energía para continuar explorando.
Creo que ya me di muchos indicios sobre lo que puedo proponerme para el siguiente año. Tal vez les dé algunas ideas sobre qué pedir por si se quedan sin deseos.

Agradezco también a aquellos que han leído este blog en algún momento del año. Por aquí seguiré dando mis impresiones sobre mi vida neurótica. Espero no ceder ante la impotencia de tener una hoja en blanco ante lo que pase en el trayecto.

¡Feliz Año Nuevo 2011!

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