noviembre 22, 2010

Listado: Cosas que he aprendido en estos días #1

No puedes vivir en el DF y no saber dónde está El Borrego Viudo
Estos días del año son de esos en los cuales siento que he perdido el interés en todo lo que me rodea. El fin de semestre siempre me trae sentimientos encontrados. Pensar que será mi último de este tipo también me está afectado. Voy a extrañar mis años de estudiante, pero es hora de seguir con la vida.

Ayer pensaba, copa de Cabernet chileno en mano, en la semanita pasada que viví entre presentación de proyecto de titulación, incertidumbres para elegir Servicio Social, una tarea que tenía que quedar para esa semana y demás apatías acostumbradas. Si bien el primero podría mejorar muchísimo, no me va a alcanzar la vida para acabarlo en una semana, incluso estoy pensando dejarlo por la paz, pero en verdad estoy muy orgulloso de lo que logré, sobre todo en la ponencia.

Gran parte de mis compañeras de generación se gradúan este semestre. Compartí cuatro años y medio con ellas, ahora todo indica que las veré menos, y voy a extrañarlas bastante. No sé si en verdad lo sepan, pero las quiero y las aprecio mucho, son personas excepcionales. Creo que no me alcanzaría la vida para conocerlas del todo, mucho de sus mundos sigue siendo un misterio para mí. La curiosidad es un buen pretexto...

Este fin de semana fue contrastante. Nada especial que reportar el sábado, con excepción de que mi hermano ya comienza a identificar entre Sí y No. El domingo, unas cervezas con E.F. y el increíble partido de Cuartos entre Monterrey y Pachuca hicieron mi fin de semana. No tendré puente vacacional por exceso de trabajos, y no sé por dónde empezar...

Así es la vida, y no tengo la suficiente convicción como para de repente mandarlo todo al carajo por las malas. Mi carácter es melancólico y errante, viene y va alrededor de lo que va conociendo, gusta de los viajes, de los paseos, de perderse en las calles, de recorrer museos y del shuffle del iPod. La depresión es una amiga fiel, pero también me gusta mucho sonreir. Aún tengo mucho por hacer, quiero escribir una novela, componer una canción, montar una curaduría, hacer una gran fiesta... Vale la pena seguir por aquí.

Sin embargo, ahora necesito establecerme un poco, comenzar el Servicio Social, mantenerme activo y comprometido. Refrescar amistades, seguir conociendo personas, retomar caminos que pensaba conocidos, dar pasos hacia atrás para emprender el vuelo hacia adelante...

Quizá aparento no tener el interés para seguir, pero he aprendido mucho en este corto tramo de un enorme camino:

  1. No puedo negar más mi amor por el Arte novohispano. Quizá no me apasione tanto como para comenzar a investigarlo y especializarme, pero sin duda me gusta mucho.
  2. Sin embargo, hay una especie de llamado místico que pide a gritos que me enfoque en el siglo XIX.
  3. Admiro en demasía a mis profesores de la Universidad. No sé que hubiera sido de mi vida si no los hubiera tenido a mi lado en el momento indicado.
  4. Fuera de algunos problemas de dicción con los que siempre he batallado, soy muy bueno hablando en público.
  5. Es mejor recibir críticas sobre un trabajo académico que halagos. Decía mi maestra de francés en la preparatoria que las dudas y los errores son siempre oportunidades para aprender. Creo que también es buena oportunidad para reencontrarme con el Callejón de Hamel, mi objeto de estudio.
  6. Los tragos y los cigarros son siempre el pretexto para magníficas conversaciones y para conocer a las personas que te rodean.
  7. Nunca puedes decir que conoces a las personas demasiado bien. Lo excitante del asunto es siempre obtener datos nuevos.
  8. Necesité que mis compañeras hablaran de sus vidas en la preparatoria para volver a sentir nostalgia crónica por la mía.
  9. Detesto que las fotografías salgan con ojos rojos. Debo aprender a usar el Photoshop.
  10. En el fútbol, puedes estar marcado, pero eso no significa que ganarás el campeonato. Lo de Cruz Azul es ya de plano para un psiquiátrico. Los fans azules no merecen esos suplicios. Los Pumas metieron la garra, y fueron recompensados.
  11. En cambio, Pachuca murió con la cara mirando al sol frente a un Monterrey que en un cabeceo se vio en serio peligro de ser eliminado. El colombiando Franco Arizala estuvo convertido en un fenómeno cabeceador, pero ni con sus goles pudieron los de Hidalgo.
  12. No se necesita tener un gran plan para pasarla bien en la Condesa, sólo unas chelas y una terraza para fumar.
  13. Es extraordinario lo que te puedes encontrar en el Metro. Esta vez vi a un padre y a un hijo vestidos de Michael Jackson. ¡Sólo en el De-Efe!
  14. Las taquerías son los comederos más democráticos que pueden existir en nuestro país. Se requiere de buena carne, buen servicio y unas salsas para reunir en un solo lugar a estratos sociales tan diversos.
  15. Finalmente, aprendí lo mucho que he valorado el estar presente en estos momentos, y de lo única que es la vida ante todo lo demás.

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