febrero 07, 2010

Del Super Bowl XLIV

Who dat? (Lynne Sladky/AP Photo/NFL.com)
Fue un juegazo, una verdadera batalla de bestias sagradas...

El Super Bowl es para muchos el mejor evento deportivo de cada año, y sus razones para justificarlos son muchas: La gran expectativa, las ventas de anuncios comerciales, las estrellas musicales que estarán presentes, los grandes operativos de seguridad, los grandes esfuerzos de transmisiones televisivas, el crecimiento de ventas de pantallas en EE. UU... Cualquier ejemplo es bueno para justificar la importancia que tiene la final de la NFL en la vida de muchas personas aficionadas al deporte alrededor del planeta.

Esta vez el argumento giró en torno a los dos mejores equipos de la temporada regular, que tras duras rondas de playoff, lograron imponer la justicia de sus méritos. El ungido, Indianápolis, llegaba deseoso de ganar su segundo cetro en cuatro años, comandado por el mejor quarterback de la década, Peyton Manning, y su exquisito elenco de receptores. El bufón, Nueva Orleans, debería luchar contra los demonios de su propia historia perdedora para proyectarse hacia la inmortalidad, de la mano del corredor ganador del trofeo Heisman, Reggie Bush, y con un preciso mariscal deseoso de revancha llamado Drew Brees.

Se habló mucho durante las dos semanas previas sobre la relación de Manning con la ciudad de Nueva Orleans, lugar donde él y sus hermanos nacieron, y donde su padre, Archie, fue el primer referente de aquellos Santos perdedores de la década de los 70's. Se mencionó también sobre la ayuda que los Manning proporcionaron a la reconstrucción de esta ciudad tras el desastre del huracán Katrina. Se trató de evocar un sentimiento del líder de los Potros como posible factor en contra de su equipo.

También se hizo énfasis en lo que significaría para Nueva Orleans, y para el estado americano de Louisiana, el ganar el Gran Partido. Katrina destruyó la ciudad, se llevó a muchas personas y dañó severamente al Superdome, casa de los Santos, el cual se convirtió en un refugio y símbolo de la resistencia de la gente de la ciudad. Además, la ciudad que más Super Bowls había albergado en la historia jamás había tenido una gloria propia.

Miami, otro lugar con tradición a la hora de elegir el lugar que albergará el juego, fue la sede de este enfrentamiento. Tras la ceremonia previa con Queen Latifah y Carrie Underwood, y el pavoneo de los nuevos integrantes del Salón de la Fama, se dio la patada inicial. El primer cuarto fue totalmente dominado por Indianápolis, que amasó una ventaja de 10 - 0. La respuesta en el segundo cuarto de Nueva Orleans fue tibia, con apenas dos patadas para poner el juego 10 - 6 para el medio tiempo.

Debo destacar la electrizante actuación de The Who en el espectáculo de medio tiempo. Jamás pensé que iniciarían con "Pinball Wizard". Destacaron también "Baba O'Riley" y "Won't Get Fooled Again". Estos tipos siguen siendo grandes.

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Como si de inspiración divina se hubiera tratado, el entrenador en jefe de los Santos, Sean Payton, se la jugó con una patada corta que les otorgara la posición del balón con el viento en contra, y lo consiguieron. Esta jugada comenzó a mover los hilos del partido a favor de Nueva Orleans, ya que el drive terminó en touchdown. Responderían los Potros con una anotación por carrera. Al terminar el cuarto, el partido estaba 17 - 13 favor Indianápolis.

El cuarto periodo fue el que terminó por doblar la balanza hacia el lado de NO. Tras una patada fallada por Indianápolis, se vino un TD para los Santos, además de una conversión de dos puntos ganada mediante desafío a los oficiales por Payton. Al tratar de responder Manning, ocurrió lo inesperado... Una intercepción del profundo Tracy Porter mandó el balón hacia la tierra prometida y hacia la apoteosis de los Santos. Pese a que Peyton Manning intentó hasta el final acercarse, el marcador de 31 - 17 reflejó el gran cambio de eventos ocurrido, el enorme drama.

Excelente partido, tan bueno como nos habíamos venido acostumbrando en los últimos años. Doug Brees fue nombrado JMV del partido, y la historia le otorgó una sonrisa a estos otrora perdedores Santos y a toda la ciudad de Nueva Orleans.

El Mardi Gras ha comenzado hoy...

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